El 11 de julio pasado, en una jornada histórica para Cuba, miles de personas se tomaron las calles en manifestaciones pacíficas en varias partes del país, ejerciendo sus derechos a la libertad de expresión.
El gobierno de Díaz-Canel debe atender las demandas sociales de su ciudadanía, ante la crisis económica, el desabasto de alimentos y medicinas, el colapso del sistema de salud que no responde a la actual crisis de Covid-19 y la acumulación de reivindicaciones históricas por que se respeten los derechos a la libertad de expresión.