Esta exposición busca encarnar un período de exploración geométrica emocional, reuniendo la esencia de una abstracción impregnada de sentimiento. La colección es un ejemplo claro de cómo la objetividad se puede combinar con el expresionismo, de cómo la pintura puede ser un laboratorio ideal para las emociones, de cómo el estrés puede encontrar en el oficio indicios para estudiar la expresividad, o de cómo el arte constituye una vía alternativa para explorar estados mentales complejos.

Usando la naturaleza de la pintura industrial en su estado natural, el énfasis de este trabajo reúne el color, el brillo, los contrastes, la gravedad y la profundidad del material, logrando un equilibrio entre la ansiedad y la tranquilidad.