diciembre 03 2024
Famoso por la frase, “París bien vale una misa”, fue el primer rey francés de la dinastía de los Borbones. Hijo de Antonio de Borbón, duque de Vendôme y de Juana III de Albret, heredera de los reyes de Navarra y sobrina de Francisco I de Francia.
Enrique IV fue educado en la religión calvinista a la que tuvo que abjurar para asumir como rey de Francia. Le tocó reinar en una época en que el país estaba sumido en violentas guerras religiosas entre protestantes (hugonotes) y católicos.
Se casó en primeras nupcias con Margarita de Valois, hija de Catalina de Médicis y hermana de Enrique III rey de Francia. Como éste no tenía descendencia, nombró a su cuñado Enrique como su sucesor quién a la muerte del rey, subió al trono como Enrique IV.
Ante el aumento insostenible de la violencia religiosa que estaba devastando al país, el 13 de abril de 1598, el rey promulgó un edicto, conocido como el Edicto de Nantes dónde se proclamaba la tolerancia y la libertad de profesar cualquier religión.
Este fue el mayor logro de Enrique IV de Francia ya que puso fin a más de treinta años de enfrentamientos entre católicos y protestantes. Su vida terminó trágicamente.
En 1610, François Ravaillac, un católico exaltado, lo asesinó en una calle de París.
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