junio 13 2020
Una gata negra, llamada Boo, pensaba que el color de su pelaje provocaba infortunios en los demás, hasta que un día, con la última de sus siete vidas, descubrió algo verdaderamente increíble que le ayudó a reflexionar sobre su identidad, sentido de pertenencia, autoestima y deseo de recibir amor.
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