mayo 14 2021
Darío el Grande, el tercer rey de la dinastía Aqueménida mandó construir esta ciudad alrededor del 516 A.C. y fue terminada por su hijo Jerjes, que construyó las Puertas de todas las Naciones, y su nieto Artajerjes en el 424 A.C. La cuidad se levantó sobre una terraza a los pies del monte Kush-e Rahmat, de carácter sagrado, a 70 kilómetros de la ciudad de Hiraz.
Pero para Darío, Rey de Reyes, no podía ser cualquier ciudad, tenía que ser la más grande, la más hermosa, la que mostrara el poderío y la magnificencia de su reinado. Persépolis se convirtió en el símbolo del esplendor de su Imperio.
En 330 a.C la ciudad fue tomada y saqueada por las tropas de Alejandro Magno, quién luego ordenó destruirla. Así nadie podía poner en duda el dominio del nuevo gran conquistador del mundo.
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